La primera piedra se colocó en enero de 2017, con una invitación a toda la comunidad regiomontana. Este campus inició operaciones en agosto de 2017, ofreciendo estudios de bachillerato bilingüe e intercultural, cursos de idiomas y educación continua. Contará con infraestructura académica avanzada, instalaciones deportivas, cafetería, estacionamiento y áreas verdes, ubicado a 10 minutos del cruce de Eugenio Garza Sada y Avenida Lázaro Cárdenas.

Este cambio, que fue presentado en septiembre del 2013, introduce un nuevo enfoque en el aprendizaje colaborativo. El alumno tomaría un rol activo, revisando contenido y teoría antes de llegar al aula. Este nuevo modelo se apoya en la tecnología para facilitar el acceso a los materiales de estudio. La implementación se expandió en los siguientes períodos, marcando una nueva era en la educación de U-ERRE.

Este prestigioso galardón se otorga a personas que han demostrado un compromiso excepcional con el Estado de Nuevo León a través de su talento y dedicación. Los galardonados son aquellos que han realizado contribuciones significativas a la cultura neolonesa en diversas áreas, incluyendo la ciencia, la investigación, el trabajo, los valores o acciones humanitarias. La ceremonia de premiación se realiza anualmente, reuniendo a destacados miembros de la sociedad para celebrar y honrar a estos individuos excepcionales.

Las actividades incluyen servicio social comunitario, prácticas profesionales, desarrollo de competencias en el trabajo (DCT) y empleo. Buscamos que los estudiantes obtengan experiencia laboral y habilidades para el trabajo en equipo y la solución de problemas reales. Al completar el programa, se entrega un certificado de experiencia laboral, ofreciendo una ventaja competitiva. Las actividades se registran en el Portafolio P-1000 de cada alumno y es obligatorio para los planes de estudio desde 2004.

Se establecieron convenios con instituciones extranjeras, permitiendo a los estudiantes acceder a experiencias educativas globales. Además, se integraron tecnologías avanzadas en los programas académicos, mejorando la calidad del aprendizaje. La formación se orientó hacia las demandas del mercado laboral, asegurando que los egresados tuvieran las habilidades necesarias para destacarse en sus profesiones y ser competitivos a nivel internacional.

Durante este periodo, se implementaron rigurosos procesos de selección y formación docente, asegurando un alto nivel académico. Además, surgieron las materias institucionales, diseñadas para fortalecer la formación integral de los estudiantes, promoviendo valores y habilidades esenciales. Este enfoque garantizó una educación más completa y de alta calidad, adaptada a las necesidades del alumnado y las exigencias del entorno académico y profesional.

Este movimiento no solo fomentó la práctica deportiva entre los estudiantes, sino que también promovió valores como el trabajo en equipo, la disciplina y la competitividad.

Los Jaguares se convirtieron en un símbolo de orgullo y unidad para la comunidad universitaria, consolidando el deporte como una parte fundamental de la formación integral de los alumnos.